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viernes, 17 de septiembre de 2010

Conclusión: la reestructuración de las ciencias sociales.

Los tres puntos principales que se trataron en el libro Abrir las Ciencias Sociales fueron: Cómo las ciencias sociales fueron históricamente construidas como una forma de conocimiento y por qué se dividió en un conjunto especifico de disciplinas. El segundo punto fue la manera en que los procesos sociales mundiales ocurridos después de 1945 plantearon cuestiones acerca de la división de trabajo intelectual por lo tanto reabrieron los problemas de estructuración organizacional instaurada en el periodo anterior. Y el tercer punto la elucidación de una serie de cuestiones intelectuales básicas. Actualmente la clasificación de las ciencias sociales no están claras, tiene que existir un nivel de consenso acerca de la validez de las líneas divisorias para que estas funcionen.
La clasificación de las ciencias sociales se baso en dos antinomias, la primera aunque ya no tiene el alto impacto que en otro tiempo disfrutaron es la antinomia entre el pasado y el presente, la segunda antinomia es entre disciplinas idiográficas y nomotéticas. Se puede hablar de una tercera antinomia la cual sería la del mundo civilizado y la del mundo bárbaro, aunque ya no tiene muchos defensores públicos todavía habita en la mentalidad de muchos estudiosos.   
Además de los debates intelectuales el otro problema al que se enfrento la ciencia social fue el de los recursos, el principal modo de enfrentar las protestas acerca de las divisiones actuales ha sido la multiplicación de programas interdisciplinarios, docentes y de investigación, pero esa multiplicación requiere personal y dinero. La alternativa no es esperar que las cosas se compongan y se arreglen solas, porque la confusión, la superposición y la escasez de recursos están aumentado simultáneamente y en conjunto pueden provocar el bloqueo para construir nuevo conocimiento.
Otra realidad aunque se ha descrito un mismo patrón de las ciencias sociales estas cambian dependiendo el país y la institución por lo tanto la presión no es uniforme, además diferentes científicos se encuentran en diferentes situaciones, y estas diferencias afectan sus intereses y en efecto el grado en que favorecen o se oponen a la reorganización administrativa.
Se podría pensar en que existiera más flexibilidad pero no es del todo la solución porque el sentido de seguridad de las disciplinas en la mayoría de los casos piensan más en los pequeños espacios que constituyen los departamentos universitarios en los que se encuentra el poder real en la toma de decisiones. Lo que se necesita es una ampliación de la organización de la actividad intelectual porque ser histórico no es propiedad de las personas llamadas historiadores es obligación de todos los científicos sociales, no creemos que existan monopolios de sabiduría ni zonas de conocimiento reservadas con determinado título universitario. Es por eso que están apareciendo agrupamientos particulares de científicos sociales e incluso de personas que no lo son que se interesan por temáticas especificas desde la población hasta la salud la lengua etc.
¿Dónde se encuentran las oportunidades de experimentación creativa? Podemos indicar algunas que se encuentran en puntos muy diferentes del espectro académico. Por ejemplo los Estados Unidos cuentan con la más alta densidad de estructuras universitarias en el mundo y también con una presión política interna muy fuerte, tanto a favor como en contra de la reestructuración de las ciencias sociales. En el otro extremo se encuentra África donde las universidades son recientes y las disciplinas tradicionales no están fuertemente institucionalizadas. Allí debido a la pobreza la comunidad de las ciencias sociales se ha visto obligada a innovar.
En Estados Unidos debido a que cuenta con estructuras universitarias múltiples descentralizadas y diversas, los problemas que se plantearon por el multiculturalismo así como el trabajo en los estudios científicos ya han pasado a ser objeto de debate político. Estados Unidos tiene un gran historial de experimentación estructural en los sistemas universitarios (la invención de las escuelas de posgrado a fines del siglo XIX, la invención de los consejos de investigación de las ciencias sociales, la invención de los requisitos de cursos centrales  después de la segunda guerra mundial etc. No se esta tomando como buenos o malos la invención de estas instituciones sólo esta ilustrando el hecho de que el sistema universitario estadounidense ha habido espacio para la experimentación.
La Comunidad Europea ha dado importancia al fortalecimiento de los vínculos entre sus diversas universidades por medio de programas de intercambio y del estimulo a nuevos proyectos de investigación paneuropeos, es de esta forma que están tratando la cuestión de la multiplicidad de lenguas en el uso académico.
En África el proceso de experimentación ya se ha iniciado, también ha proporcionado una base para formar alternativas de estudio que no necesariamente reflejan los enfoques disciplinarios adoptados en otras regiones del mudo.
Debido a la limitación de recursos y a la falta de institucionalización profunda de las disciplinas de las ciencias sociales condujo en los últimos treinta años a la creación a las estructuras de la investigación y de la docencia de FLACSO en toda América Latina que ha operado como instituciones parauniversitarias no ligadas a las categorías del conocimiento tradicional. Uno de los rasgos de estas instituciones es que buscan unir la experiencia de las ciencias sociales y de las naturales mostrando poco respeto por los límites disciplinarios. Un ejemplo puede ser  La Science  Policy Research Unit de la universidad de Sussex que tiene un plan de estudio dividido en partes iguales entre las ciencias sociales y las ciencias naturales.
Nos encontramos en un momento en que la estructura disciplinaria existente se haya derrumbado. Nos encontramos en un momento en el que ha sido cuestionada y están tratando de surgir estructuras rivales. Así que la tarea más urgente es que haya una discusión completa de los problemas subyacentes. Además existen por lo menos cuatro clases de procesos estructurales que los administradores de estructura de conocimiento de la ciencia social (administradores de universidades, consejos de investigación en ciencias sociales ministerio de investigación y/o educación etc. podrían y deberían alentar como caminos útiles hacia la clarificación intelectual y la eventual reestructuración más completa de las ciencias sociales:
1.    La expansión de instituciones dentro de las universidades o aliadas con ellas que agrupen estudiosos para trabajar en común y por un año entorno a puntos específicos urgentes.
2.    El establecimiento de programas de investigación integrados dentro de las estructuras universitarias cortando transversalmente las líneas tradicionales, con objetivos intelectuales concretos y fondos para periodos limitados (alrededor de cinco años)
3.    Nombramiento conjunto obligatorio de los profesores. Actualmente la norma es que los profesores pertenezcan a un departamento, normalmente aquel en que ellos mismos tienen un titulo avanzado. Se contempla una estructura universitaria en la que todos sean nombrados para dos departamentos uno en la que tengan un titulo y el otro en que se ha mostrado interés o se ha hecho algún trabajo de importancia esto desde luego traería como resultado una variedad increíble de combinaciones. Así a fin de evitar que algún departamento construyera barreras se crearía el requisito de que cada departamento tuviera por lo menos un 25 por ciento de sus miembros que no poseyeran títulos en esas disciplinas.
4.    Trabajo adjunto para estudiantes de posgrado. La situación es igual para los estudiantes de posgrado que para los profesores. Normalmente trabajan en un departamento, y con frecuencia se evita activamente que hagan algún trabajo en un segundo departamento. Tal vez se podría hacer obligatorio que los estudiantes que preparan el doctorado en una disciplina determinada tomen cierto número de cursos o hagan cierto volumen de investigación en el campo delineado de un segundo departamento.
Las dos primeras recomendaciones que se han presentado requerirían de un compromiso financiero por parte de alguien, pero no deberían ser onerosas como porcentaje total del gasto de las ciencias sociales. Y las últimas dos recomendaciones no tendrán prácticamente ningún efecto sobre el presupuesto.                          

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